Tu sistema digestivo descompone los alimentos que comes en los nutrientes que tu cuerpo necesita. Si descuidas tu salud digestiva, tu cuerpo podría tener problemas para absorber esos nutrientes esenciales.
Los alimentos que comes y el estilo de vida que llevas tienen un impacto directo en tu salud digestiva. Tomar medidas para mejorar su salud digestiva puede ayudar a que su sistema digestivo funcione de forma más eficiente y a mejorar su salud general y su sensación de bienestar.
¿No sabe por dónde empezar? Intenta incorporar estas estrategias de A tu lado Salud a tu vida diaria para que todo funcione bien:
1. Lleve una dieta rica en fibra
Consumir una dieta rica en fibra que sea rica en cereales integrales, verduras, frutas y legumbres puede mejorar su salud digestiva. Una dieta rica en fibra ayuda a mantener el movimiento de los alimentos a través del tracto digestivo, lo que hace menos probable el estreñimiento una dieta rica en fibra también puede ayudar a prevenir o tratar varias afecciones digestivas, como la diverticulosis, las hemorroides y el síndrome del intestino irritable (SII). Además, puede ayudarte a conseguir o mantener un peso saludable.
2. Consuma tanto fibra insoluble como soluble
Es importante consumir ambos tipos de fibra, ya que ayudan a su sistema digestivo de diferentes maneras. La fibra insoluble, también conocida como fibra, no puede ser digerida por el cuerpo y, por lo tanto, ayuda a añadir volumen a las heces. La fibra soluble atrae el agua y puede ayudar a evitar que las heces sean demasiado acuosas. Las buenas fuentes de fibra insoluble incluyen el salvado de trigo, las verduras y los cereales integrales; puedes obtener fibra soluble del salvado de avena, los frutos secos, las semillas y las legumbres.
3. Limita los alimentos con alto contenido en grasa
En general, los alimentos grasos tienden a ralentizar el proceso digestivo, haciéndote más propenso al estreñimiento. Pero como es importante incluir algo de grasa saludable en la dieta, Adams recomienda combinar los alimentos grasos con los de alto contenido en fibra para ayudar a que el proceso sea más fluido.
4. Elige carnes magras
Las proteínas son una parte esencial de una dieta saludable, pero los cortes grasos de carne pueden provocar molestias digestivas. Cuando coma carne, seleccione cortes magros, como lomo de cerdo y aves sin piel, y limite el tamaño de las porciones, llenando más su plato con cereales integrales ricos en fibra, frutas y verduras.
5. Incorpora probióticos -y prebióticos- a tu dieta
Los probióticos son el mismo tipo de bacterias y levaduras saludables presentes de forma natural en tu tracto digestivo. Ayudan a mantener el cuerpo sano combatiendo los efectos de una dieta pobre, los antibióticos y el estrés. Además, los probióticos pueden mejorar la absorción de nutrientes, pueden ayudar a descomponer la lactosa, fortalecer el sistema inmunológico y posiblemente incluso ayudar a tratar el SII. Adams recomienda consumir diariamente buenas fuentes de probióticos, como el yogur bajo en grasa o el kéfir.
Además de los probióticos, los prebióticos también pueden ayudar a la digestión. Los prebióticos actúan como alimento para los probióticos, ayudándoles a mantener las bacterias saludables en el intestino. Los prebióticos se encuentran en una variedad de frutas crudas, verduras y granos enteros, incluyendo plátanos, avena, cebollas y legumbres.