Los niños aprenden idiomas de forma diferente a los adultos. Aún no han consolidado las estructuras lingüísticas de su propia lengua que ralentizan su aprendizaje, y no tienen las inhibiciones y temores de los adultos a cometer errores. Por tanto, la adquisición de una segunda lengua se convierte, al igual que ocurre con la primera, en un proceso natural y automático de absorción de estímulos externos. En este post de franquicias inglés hemos recogido algunas sugerencias para los padres que se preguntan cómo pueden ayudar a sus hijos en el aprendizaje de idiomas.
1. Ver dibujos animados en inglés
Oír hablar a un nativo con la pronunciación correcta es muy importante para los niños. Al principio, es aconsejable ver vídeos cortos, de 5 a 15 minutos, porque cuando los vídeos son largos y no se entiende todo, se corre el riesgo de provocar frustración, lo que puede llevar a un bajo interés. Luego, con el tiempo, se puede intentar ver un vídeo más largo. Para ver películas o programas de televisión, lo mejor es verlos primero en italiano y luego en inglés, siempre en pequeños bloques de tiempo para estimular el interés del niño.
2. Leer sus libros favoritos en inglés
El consejo de ver los dibujos animados en italiano y en inglés también se aplica a los libros. Este ejercicio nos permite centrarnos más en las palabras en inglés y no tenemos que preocuparnos por entender todo el significado de la trama. Además, facilita la lectura en una lengua extranjera. Aunque haya palabras desconocidas, es más probable que los niños entiendan el significado por el contexto y no tengan que leer con el diccionario al lado. Además, ¡siempre es más fácil leer algo que te interesa!
3. Escuchar canciones en inglés
¡No se puede aprender una lengua extranjera sin escucharla! Gracias a Internet, podemos encontrar canciones sencillas en inglés incluso para los más pequeños. Para los más mayores, es posible encontrar un grupo o un músico que les guste. Con la música, los niños aprenden nuevas palabras, frases y mejoran su comprensión auditiva. Quizá si cantan o bailan juntos, se hace aún más divertido.
4. El inglés se convierte en un juego
Los niños aprenden mejor cuando están haciendo algo. Nuestro método de enseñanza (“aprender haciendo”) incluye juegos por esta misma razón. Pueden ser sencillos: juegos con letras, números o colores, dibujos de animales o comida. Para los niños más mayores, es bueno proponerles juegos en inglés, o descargarse una app en inglés. Normalmente los niños no se dan cuenta de que están aprendiendo, ¡para ellos es una oportunidad de jugar!
5. Aprender juntos
A veces, incluso los adultos necesitan refrescar o mejorar su inglés. ¿Por qué no aprender juntos? Los niños pueden ver que el inglés es importante y útil y podéis aprender el uno del otro. Si no tiene tiempo de asistir a un curso de idiomas, pídale a su hijo que le enseñe lo que está estudiando. Enseñar es una actividad excelente para reforzar conocimientos. En cualquier caso, varios estudios demuestran que la motivación en los niños aumenta cuando pueden compartir el aprendizaje con alguien a quien quieren y en quien confían.
6. Dé buen ejemplo
Los niños suelen perder interés por la lengua inglesa porque aún no han adquirido conciencia de su importancia. Si su hijo le ve viendo un vídeo en inglés, leyendo algo o, mejor aún, hablando en inglés, empezará a entender que no es sólo una asignatura escolar, sino algo que se utiliza en la vida real. Si es posible, haz que el inglés forme parte de la vida cotidiana, por ejemplo con los saludos (Good Morning), o con las peticiones (Open the door, please.). Toda interacción con el idioma ayuda.
Por último, la clave es que aprender inglés sea divertido y agradable. No obligues a tu hijo a hablar inglés o a hacer otras actividades si no quiere, y no te preocupes por los errores. Con estos pequeños consejos, juntos podemos crear un entorno estimulante y favorable para el aprendizaje de un nuevo idioma.