Siempre estamos dispuestos a explorar nuevas oportunidades para conseguir estilos de vida más ecológicos y respetuosos con el medio ambiente. No es tan difícil cambiar la forma en que todos hacemos las cosas para cuidar mejor de nuestro entorno. ¿Realmente reciclas todo lo que podrías?
1. Saber qué reciclar
Visite el centro de recogida de su localidad para averiguar qué materiales se aceptan allí para reciclar, y después organice sus cubos en consecuencia. Algunos ejemplos de materiales reciclables son el papel, el vidrio, el plástico, los aparatos electrónicos, los metales y las pilas.
2. Organice sus contenedores
Elija un sistema de organización que se adapte a sus necesidades. Un cubo de basura con dos cestos de plástico en su interior es una solución sencilla y funcional para separar los residuos. Pero, si lo prefiere, ¿por qué no coloca dos cubos individuales uno al lado del otro y clasifica los residuos a su manera? O elige un cubo tipo cubo para separar y transportar los residuos fácilmente.
3. Elige el plástico
Utilice bolsas o sacos de plástico para guardar los materiales que vaya a reciclar. Las bolsas de papel pueden gotear o romperse con facilidad. Intenta utilizar contenedores más pequeños, que son más fáciles de levantar una vez llenos.
4. Etiqueta tus cubos
Etiquete sus cubos de el reciclaje de forma clara para poder clasificar los residuos correctamente.
5. Consigue una pegatina de “no publicidad”
Pon una pegatina de “no publicidad” en tu buzón: reducirás drásticamente tus residuos de papel.
6. Elige cubos de basura reciclables
No sólo tu forma de gestionar los residuos puede perjudicar al medio ambiente. También lo pueden hacer los productos que utilizas: elige tus cubos de basura de forma consciente. En Brabantia somos muy conscientes del impacto que nuestros productos tienen sobre las personas y el planeta. Por eso todos nuestros productos están diseñados para ser reciclables.
